Cientos de «cabras» cruzan por Illapel rumbo a las veranadas en la cordillera de Los Andes

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La autoridad comunal manifestó que esta iniciativa –que espera se transforme en una gran fiesta- se funda en dos pilares «queremos poner en valor esta patrimonial tradición de nuestros crianceros caprinos, es decir que sean parte visible y querida de nuestra comuna, así como también lograr atraer a muchos turistas que sin duda están ávidos de conocer esta cultura, su gastronomía relacionada y nuestro folclor».

Los primeros arreos que lleguen a Illapel con dirección a la cordillera -donde vivirán durante varios meses del año comenzaron a llegar a Illapel este 7 de diciembre pasado, en donde toda la comunidad se vuelca a las calles con grupos folclóricos, la bendición del obispo de Illapel, la oración de pastores y una feria de productos relacionados con el mundo caprino.

En esta la ocasión se llevó a cabo 3 variedades de asados, «al palo», a la parrilla y escondi’o, donde pretenden involucrar 40 cabritos para repartir entre quienes visiten los sectores de celebración. El edil illapelino, Denis Cortés señaló que habrá degustaciones de quesos de cabra de diversas variedades, trabajos en cuero, jabones de leche, manjar, entre otros derivados de los caprinos.

Por su parte el Presidente de la Asociación de Crianceros de Illapel, Domingo Barraza, valoró la iniciativa, pues según su mirada este es un reconocimiento a una parte importante de la identidad de la zona. Esta actividad, que es organizada por la Municipalidad de Illapel y la Asociación de Crianceros de Illapel, apunta a instaurar este día como una fecha establecida en el calendario de actividades de la comuna que daría inicio a las actividades de verano.

Desde hace varios siglos, algunos registros hablar de 400 años atrás, los crianceros de la zona de Illapel y otros lugares aledaños se trasladan con sus animales a la alta cordillera en el tiempo de verano con el afán de conseguir pasto para estos, dado que por el nivel de la lluvias que precipitan en la zona, el forraje verde, pasado los meses de invierno y comenzado el calor, se torna escaso y por ende se complica la sobrevivencia de los caprinos

En antaño, los arreos no conocían de límites, por ello pasaban de un lado a otro de la Cordillera de Los Andes. Aquello, hoy no es permitido, principalmente por razones sanitarias, pues Chile está libre de algunas enfermedades ganaderas que aún se pueden encontrar al otro lado de la Cordillera.

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