Aproximadamente tres millones de pesos costó cada módulo que permite al público usarlos para cargar sus baterias de celulares, cero costo.
Varias de estas unidades han sido destruidas o sencillamente se las han robado.
Así sucede por ejemplo en la Plaza de Armas de Coquimbo, donde el cargador no tiene los conectores y otro está dañado. En la Plaza Gabriela Mistral, se repite la misma situación.
Fue en el mes de diciembre del año pasado cuando el municipio de Coquimbo, instaló 36 cargadores ecosolares con un costo cercano a los $3 millones cada uno. Ese componente de sus respectivas placas fotovoltaicas de 60 watts, que surten de energía a las baterías y las instalaciones correspondientes para cuatro celulares a la vez y uno que no requiere de cable.
También hay instaladas estas unidades en el sector de La Herradura y en San Juan, pero, tampoco estarían en plena operación.
Se suma a los daños causados intencionalmente y robos de parte de los equipos, el daño que causa la salinidad del aire de la costa.
Ante la inquietud de vecinos que ven el mal estado de los equipos, Diario LA REGIÓN llevó el tema al alcalde Marcelo Pereira, quien anunció que dispondrá de la revisión de cada uno y si corresponde, repararlos.
“Ya hicimos un catastro de los cargadores para empezar a hacerles una pronta mantención y si bien hemos hecho muchas campañas para evitar el vandalismo algunos ya presentan problemas, pero hay otros cargadores que han sido bien cuidados y están 100 por ciento funcionales. La idea es que todo esté operativo y si hay que arreglar algún conector por una falla producto del uso o por el clima se va a hacer”.
Por otra parte, la autoridad confirmó que los cargadores también han sido blanco de la delincuencia. “En algunos casos se robaron las conexiones y eso es lo que vamos a arreglar rápido. Reiteramos el llamado a la gente que los cuide.
Además te puedo comentar que desde el momento en el que instalamos estos cargadores nos han robado como 8 a 10 paneles solares que tuvimos que reponer y así… estamos poniéndoles rejillas de metal para que cubra el panel y evitar que los saquen en los sectores más conflictivos”.
