… y la muralla terminó cayendo a la calle

Sólo era cuestión de sentarse a esperar a que la ley de la gravedad actuara en el inmueble de Infante con Brasil, en La Serena. Ayer fue.
Doña Deisy Torres (68 años) se encontraba haciendo quehaceres cuando sintió un estruendo. Estaba con sus nietas, a quienes ordenó que se quedaran en la habitación del fondo. Su marido no estaba, pues había ido por los remedios al hospital. Entonces intuyendo lo que podía haber pasado, se armó de valor y salió. Al abrir la puerta que da a la calle se encontró con el frontis de su casa en el suelo. Era cerca del mediodía. «Por suerte, a esa hora no pasó nadie»…

Le robaron todo…

Junto a Rafael Gálvez (79 años), su marido, viven en esa casa hace 50 años, casco histórico de La Serena. Los problemas para ellos comenzaron en mayo del año pasado, con las fuertes lluvias. «Pedí ayuda en el municipio, pero… me dijeron que abandonara la casa. Y por miedo, ya que vivo con mi marido, mi hija y mis dos nietas, nos fuimos. Mis hijos juntaron plata y nos arrendaron un departamento, ya que la casa está muy peligrosa. Nos fuimos por siete meses y como el departamento estaba amoblado, dejamos todas las cosas en la casa. Pero en el verano los arriendos suben, así que decidimos volver», cuenta, mientras observa cómo los camiones del municipio recogían los escombros de su casa. Al regresar se encontró con una noticia aún peor. Le habían robado todo y la cuenta de la luz ascendía a los 300 mil pesos.
«Trabajo haciendo manualidades y cuando volví me llevaron la máquina con la que trabajo, los materiales, todo. Hace poco vino el alcalde y le pedí que me ayudara.. .»
Los vecinos, temerosos por lo sucedido, se acercaban para contenerla y le preguntaban qué es lo que haría ahora. Y ella, muy clara, respondía: «No sé qué haremos. No tengo idea.
Deisy no deja de apuntar cada grieta en su casa. También el lugar por donde entraron a robar cuando ella vivía en el departamento. «Esta es la única pieza que está firme, el resto de la casa se puede venir abajo en cualquier momento. Hasta ahora no he tenido ninguna respuesta. Si todos los días iba a la municipalidad, por eso te digo que parecía pelota, porque me mandaban de un lugar a otro»…
Se puede rescatar, según veo, las ventanas, las puertas y la tierra para volver a hacer adobe en el caso que se pueda gestionar un subsidio para poder reconstruir la misma casa habitación».
Respecto a qué pasará con la señora Deisy y su familia, Riveros explica que «el que sigan en la casa es responsabilidad de ellos, pues desde el año pasado que se les dijo que estaba inhabitable e incluso, vinieron representantes del municipio a conversar con ella, ver la situación, pero por necesidad siguieron viviendo. Desde el área social se verá qué pasos a seguir».