Referencias al aborto, inmigrantes y medio ambiente en el Te Deum

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20Como es una tradición en el inicio de las Fiestas Patrias, ayer se realizó en la Catedral de La Serena el Te Deum de acción de gracias. La actividad fue encabezada por el intendente regional, Claudio Ibáñez, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, parlamentarios y representantes de las Fuerzas Armadas, PDI y Carabineros.
El Te Deum se inició con el ingreso de personas representes de todas comunidades católicas de la ciudad, inmigrantes con sus respectivas banderas y escolares portando en sus manos una serie de árboles.
Durante su homilía el arzobispo de La Serena, Monseñor René Rebolledo, hizo mención a una serie de temas que han estado presentes en la opinión pública en estos últimos años. Uno de ellos y quizás el más controvertido: el aborto.
«Nosotros discípulos misioneros de Jesús no podemos adherir a resoluciones ni a practicas atentatorias contra la dignidad de las personas humanas, desde su concepción hasta su muerte natural. Si se refleja el mayor y primer derecho de la persona, que es derecho a la vida, se abre la posibilidad y la expectativa que también los demás derechos nos serán conculcados, para ello hay que trabajar y obrar decididamente. La paz jamás promueve un atentado a la vida, ni en sus inicios, tampoco en su desarrollo, más bien favorece cuanto a la persona precisa para vivir con dignidad. Asimismo evita toda acción contraria a los derechos sagrados de cada persona, otorgados por el mismo Señor antes de cualquier Ley que pudiere promulgar el Estado», afirmó el arzobispo.
Más adelante, indicó que «si a alguien hay que privilegiar es precisamente a los más pobres, a los desvalidos y los carenciados, no percibimos sobre este trasfondo la vía de solución para numerosos problemas que nos afectan a todos en nuestra patria, basta señalar algunos, admitidos que el derecho a la vida es la puerta de entrada a todos los demás. La conciencia del respeto a la naturaleza creada por Dios, considerando las posibilidades y los límites del desarrollo. La acogida a los inmigrantes y protección de sus derechos, las salvaguardia y protección a las familias edificadas sobre el matrimonio según la voluntad del Señor….participar en la vida social y política es una obligación moral….las elecciones de la más alta significación que se aproximan son la oportunidad de ofrecer al país un motivo para seguir esperando».
Monseñor René Rebolledo también destacó la importancia que tendrá la venida del Papá Francisco a nuestro país y tuvo palabras muy especiales para las víctimas del terremoto del pasado 16 de septiembre de 2015.

En su homilía, el Pastor Arquidiocesano sostuvo que «en la voz del salmista prolongamos la acción de gracias con sus palabras, pues «el mismo Señor nos da sus bienes». Conscientes de la belleza de nuestra maravillosa naturaleza, de la bondad de nuestra gente sencilla, de cuántos con esfuerzo ponen lo mejor de sí, para edificar, paso a paso, un Chile más próspero y solidario, ¿podríamos efectivamente celebrar en plenitud las Fiestas Patrias sin elevar nuestra mirada a Dios nuestro Padre».

A la luz de la Palabra

De la misma manera, Mons. Rebolledo destacó: ¡Qué feliz coincidencia vivir esta liturgia en el corazón de septiembre, en vísperas de un nuevo aniversario patrio y en el mes de la Biblia! ¿No recibimos sorprendidos en esta celebración el mensaje bíblico que acentúa precisamente la actitud interior con la cual se debe acoger la Palabra del Señor? Esto es lo que hemos oído como mensaje central que ilumina nuestra acción de gracias: «Jesús dijo a sus discípulos: El que me ama será fiel a mi Palabra, y mi Padre lo amará; iremos a Él y habitaremos en Él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La Palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió».
En este sentido, enfatizó: «Es a la luz de la Palabra, dejándose iluminar y transformar por ella, que contamos con una guía segura para no errar el camino. ¡El pecado de nuestro tiempo, también de otras épocas en la historia de la humanidad es silenciar a Dios y las manifestaciones de su presencia!».

Buscando el Don de la Paz

Asimismo, sostuvo que «la página bíblica que hemos oído nos orienta hacia uno de los anhelos más profundos del corazón humano y de la vida de los pueblos, la aspiración al don de la paz», agregando que «la paz es ante todo un don de Dios. Estamos llamados a agradecerlo y a pedirlo frecuentemente. ¡Jesús es nuestra paz! ¡Él es el único que puede ofrecernos la paz que necesitamos!».
Al finalizar su mensaje, Mons. Rebolledo indicó que «sin duda, la paz favorece un progreso y desarrollo equitativo, justo, respetuoso de los demás. Si a alguien privilegia es precisamente a los más pobres, desvalidos y carenciados ¿No percibimos sobre este trasfondo la vía de solución para numerosos problemas que nos afectan a todos en nuestra Patria? Baste señalar algunos, admitiendo que el derecho a la vida es la puerta de entrada a todos ellos: la conciencia del respeto a la naturaleza creada por Dios, considerando las posibilidades y los límites de su desarrollo, la acogida a los inmigrantes y la promoción de sus derechos, la salvaguardia y atención prioritaria a las familias, edificadas sobre el matrimonio según la voluntad del Señor, los clamores que se alzan desde diversos sectores, buscando solución a innumerables problemas y desafíos».

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