Mientras en Santiago y Lima hay nerviosismo ante el fallo que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya entregará sobre la demanda marítima de Perú en contra de Chile, a miles de kilómetros del poder político de ambos países existen dos ciudades que, pese a que son las principales involucradas en el diferendo, esperan con optimismo y tranquilidad el resultado del veredicto.
Y es que la integración que existe hoy entre Arica y Tacna va más allá de las millas marítimas en disputa, ya que el intercambio social, económico y cultural hace que sus principales autoridades vean en el fin del juicio una oportunidad para poner terminar una larga historia de desencuentros entre ambos países.