Una jornada lúdica y entretenida fue la que se llevó a cabo este sábado en el parque Gabriel Coll Dalmau de La Serena, con el inicio de la reforestación de cinco mil especies nativas, para dar una nueva imagen a este centro de la naturaleza.
Niños, padres, scouts, carabineros, personal del ejército, funcionarios de Conaf y ambientalistas llegaron hasta el parque con palas y herramientas para plantar las especies y dar inicio a la promesa del alcalde Roberto Jacob de revivir los sectores que permanecían desolados desde hace tiempo.
Entre las principales especies que plantaron decenas de serenenses hay acacias, quillayes, y lumas, entre otras, todas nativas de la zona, las cuales se irán plantando año a año, hasta llegar a los 20.000 árboles en un plazo de cuatro años.
«Conaf, gentilmente, nos cedió 5.200 árboles este año, y quisimos hacerlo extensivo con la comunidad, por una razón muy simple, ya que este parque es de todos, y por lo tanto, para poder tomar conciencia de lo que significa un parque, de lo que significa tener un pulmón verde en pleno centro de la ciudad de La Serena, tenemos que hacerlos participar, sobre todo a los niños. Realmente estoy sorprendido por la cantidad de niños que llegó», señaló el alcalde Jacob.
La primera etapa de este proceso de reforestación se inició en enero cuando se comenzó con la recuperación de aguas, ya que había 75 acciones de este recurso que no estaban llegando al parque, sino que estaban desviadas hacia otros terrenos, por lo que el municipio reestableció el curso de estas aguas «perdidas», para así regar constantemente el parque.
Una de las personas más satisfechas con esta reforestación y que rechazó los cambios que intentó realizar la anterior administración en el lugar, fue Isabel Margarita Coll Gaete, descendiente directa del donador de estas más de 80 hectáreas, Gabriel Coll Dalmau.
Para la ambientalista este momento es muy significativo y expresó que «estoy muy emocionada porque esta es una lucha que vengo dando a nombre de toda mi familia durante muchos años. Este parque fue donado en el año 50’ cuando yo era una niña y lo recuerdo perfectamente, y fue abandonado de ahí en adelante».
Isabel Margarita agrega que nunca ni sus padres ni tíos pudieron ver que el parque se transformara en lo que ellos dispusieron, un bosque parque público. «Sentimos que ahora, a partir de la decisión del alcalde y del Concejo Municipal y de toda la gente que está trabajando acá, nos damos cuenta que sí en el mediano futuro sea el parque que mi papá y mis tíos dispusieran que fuera», señaló.