La parlamentaria Adriana Muñoz, presidenta de la Comisión Hídrica de la Cámara de Diputados, señaló que la primera tarea al asumir ese cargo, será solicitar un oficio para determinar lo que ocurre en la comunidad de Caimanes, comuna de Los Vilos, en donde hay una controversia por la calidad del vital elemento. Según un informe de la PDI solicitado por la Fiscalía de Los Vilos, el agua contendría elementos minerales tóxicos. Según la Seremía de Salud, sería agua apta para la bebida.
A la parlamentaria le preocupa el actuar de las autoridades de Gobierno en el problema. «El informe de la PDI es riguroso y claro», afirma.
Luego habla del «silencio» de las autoridades que se explica posiblemente por el tamaño y nivel de influencia de ciertas mineras del área.
El problema hídrico y también de la calidad del agua en Caimanes en particular está copando la agenda de los parlamentarios del Noveno Distrito.
Hace unos días fue el diputado Luis Lemus (PS) quien señaló a diario LA REGIÓN que «el Intendente debe ponerse los pantalones y dar la cara por lo que ocurre en Caimanes».
Ahora es la diputada Adriana Muñoz (PPD) quien, en su calidad de presidenta de la nueva Comisión de Recursos Hídricos, solicitará como primer tema solicitar un oficio para determinar lo que ocurre en la localidad respecto a la existencia de dos informes sobre la calidad del agua totalmente distintos, uno de la PDI que indica que el agua de cinco puntos analizados está completamente contaminada y otro de la Seremi de Salud que señala que en los mismos puntos el agua está totalmente limpia.
En este sentido, la parlamentaria por el Noveno Distrito agregó que en Caimanes hay una situación muy grave que se arrastra desde hace muchos años. «Ahí se construyó uno de los relaves más grandes de América Latina, de la altura de la torre Entel en Santiago y el volumen del cerro San Cristóbal para que la gente se haga una idea y Caimanes es una comunidad muy pequeña. La comunidad se organizó en conjunto de abogados y organizaron un sistema de compensaciones económicas que la empresa no aceptó».
Pero agregó que independiente de esta situación los habitantes de esta comunidad, que vive principalmente de la agricultura y del ganado caprino, es la intranquilidad permanente de los vecinos de Caimanes. «Actualmente el problema es el ambiente en que están viviendo, tanto del punto de vista del aire que respiran, del agua que beben, del agua que riegan sus campos y del agua que le dan a sus ganados. Lo que hoy hay es una preocupación enorme por la calidad del agua y lo extraño acá es que hay dos informes totalmente distintos y eso nos ha provocado bastante intranquilidad», concluyó.