Junto con condenar los actos de violencia, protagonizados por mal llamados hinchas que riñeron en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, durante el partido entre el local Santiago Wanderers y la vista Colo Colo, que estaba disputando el título, representantes del comunidad de Coquimbo, muchos de ellos ligados al fútbol profesional y amateur, al reflexionar sobre esta problemática, refirieron a Diario LA REGION, la necesidad de proteger al deporte con endurecimiento de las sanciones a los vándalos y que Carabineros, retorne al interior de los estadios.
Mario Chirinos, director técnico, ex entrenador de las divisiones menores de Coquimbo Unido, indico que el problema surge debido a un problema social en la formación de las personas en la niñez y juventud que ante cualquier dificultad en la vida, recurren al violencia, «la juventud esta muy desorientada ya que mucha veces en sus familias no tiene buenos ejemplos y sin esa base, cuando pasan por el sistema escolar nuestro que tiene muchos déficits, tampoco logran aprender a ser buenas personas y descargan su ira en el estadio y ahí vemos expresiones matonescas, que no corresponden al fútbol que es un deporte para toda la familia».
El director técnico, en cuanto a posibles soluciones, indica que todo parte por los dirigente de clubes como Colo Colo y la Universidad de Chile, que tienen las barras más numerosas y que como es sabido, son las más conflictivas, para que realicen un registro de barristas con entradas con nombre para identificar y sancionar a los que cometan actos delictivos en los estadios, «acá las in instituciones grandes tienen gran responsabilidad, porque sus hinchas si causan serios problemas y si esos grupos no tienen control, con una identificación y un entrada asignada a cada persona, va a seguir pasando lo que vimos el domingo en Valparaíso, lo que no se ve en Europa».
En ese sentido Chirinos, también llamó a las autoridades nacionales ha crear leyes mas duras para los perpetradores de hechos delictuales en recintos deportivos, «acá el gobierno deben implementar mayor seguridad, para que el buen hincha tenga tranquilidad en que va a poder regresar sano y salvo a su casa, además debe regresar Carabineros a las galerías, porque su sola presencia genera respeto y lo otro es que al que sorprendan cometiendo un delito, deberían darles penas mas altas como un año sin poder entrar a ninguna cancha y que eso se cumpla de verdad, para que cuando quiera comparar un entrada y muestre el carnet no se la vendan».
El ex árbitro amateur y comerciantes de productos del mar, Julio Salazar en base a la experiencia que acumuló como juez, señalo que la actual situación de desmanes y riñas de barras también tiene un origen en la falta de cultura, «en definitiva la violencia se apoderó de los estadios ya no se puede ir con la familia a disfrutar de un partido de fútbol, ya que muchos por no haber tenido una buena educación confunden esto que esta tan bonito como un partido de fútbol, con una batalla, en que hay que ir a atacar a las demás personas por el solo hecho de gustarles un equipo diferente y eso es impresentable en esta sociedad que se supone tiene un nivel cultural mejor, porque ya estamos en el siglo XXI».
Salazar, agregó que la actual medida de ubicar a guardias en funciones de resguardo en las aposentadurías y en el perímetro de la cancha de césped no es efectiva, debido a que no son personas preparadas para esas funciones, ni cuentan con las facultades legales para hacer un control efectivos de los barristas.
«La presencia de Carabineros si es necesaria adentro, porque a los guardias privados no se les respeta, ellos no pueden detener a nadie, para eso esta la policía y nadie mas, además que no tienen preparación que tienen los Carabineros para contener a personas agresivas, por eso debería haber un control mayor y si a un sujeto lo enfoca una cámara, golpeando a otra persona que es un delito, yo creo que no es tan difícil identificarlo, pero eso como se ha visto eso no pasa, y ahí las autoridades deben buscarla forma de que con una imagen se sepa altiro quien es el delincuente para castigarlo».