El CDT de La Serena aún está en etapa de diseño, y una vez finalizada faltaría a lo menos cuatro meses, para que recién postule para obtener el financiamiento para su ejecución, lo que dependerá de las autoridades nacionales.
Ocho años ha esperado la comunidad e La Serena, a través del Consejo Consultivo, que se materialice el tan esperado Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), el cual vendría a solucionar los problemas en la atención hospitalaria de día, como es el policlínico, las especialidades, la atención ambulatoria, radiografías, exámenes, entre otras.
Sin embargo, a pesar que unos meses atrás comenzó la demolición del lugar donde se emplazará el CDT –la ex cárcel- y que ya estaría a punto de finalizar, la comunidad está preocupada porque ha escuchado que no se iniciarán las obras de construcción de manera inmediata, por lo que han decidió marchar el próximo viernes 30 de mayo, exigiendo que se materialice el Centro.
Luis Guerra, presidente del Consejo Consultivo de Salud, dice que «han pasado ocho años y nos encontramos, cuando ya se ha demolido la ex cárcel pública, cuando el proyecto arquitectónico ya está terminado y viene la fase de construcción, y ahí hay algunas dudas. Hay una duda de la autoridad de seguir adelante con esta reposición y nosotros queremos convencerla generando amplio respaldo en las calles de la ciudad».
Representando a los funcionarios, Sergio Soler, presidente del Capítulo Médico del Hospital de La Serena, expuso que «estamos en una posición bastante incierta de lo que va a ocurrir con la normalización del Hospital de La Serena, fundamentalmente, por este entrampamiento que habría con la decisión de terminar la construcción del CDT.
La incertidumbre surge porque la comunidad estaba convencida que una vez finalizada la demolición, inmediatamente se iniciaban las obras de construcción. Sin embargo, aún no finaliza el proceso de diseño, faltando una etapa 5 de 6, según señalaron desde el Servicio de Salud Coquimbo.
El director regional del Servicio de Salud Coquimbo, Ernesto Jorquera, explicó que las anteriores autoridades fueron demasiado «optimistas» en suponer que la infraestructura podría licitarse este año. «No puedo hablar por quienes no están en este minuto, pero si se estableció la promesa de que terminada la demolición empezaba la ejecución, fue una promesa optimista y mal establecida. Lo que yo puedo decir es que era condición necesaria despejar el terreno anticipadamente y eso fue una buena decisión, pero comprometer que terminado eso comenzaba lo otro, eso fue optimista, por decirlo positivamente», afirmó Jorquera.
