El ex parlamentario por el Séptimo Distrito realizó su primera visita oficial a la región como nuevo embajador de Chile en Argentina.
Marcelo Díaz fue diputado durante dos periodos representando el Distrito 7, el más cercano con la provincia trasandina de San Juan. Recientemente, fue nombrado embajador de Chile en Argentina por la Presidenta Michelle Bachelet, lo cual para él es un honor, aunque luego de no conseguir el cupo de candidato a senador por la región el año pasado, en la zona se especulaba un eventual cargo en el Gobierno.
Sin embargo, no fue ministro ni subsecretario ni intendente ni director de nada. Fue nombrado embajador, tarea con la que se identifica y ante lo cual dice sentirse muy contento.
¿Cómo se sintió luego del llamado de la Presidenta Bachelet para representar a Chile en Argentina?
«Feliz, feliz porque me permite, primero que nada, aportar en un Gobierno en el que creo y del que me siento muy parte, representando los intereses de Chile, en un país que quiero mucho. Siempre he sido un gran admirador de Argentina, un asiduo visitante de esas tierras, y en consecuencia, no hay mejor honor que me designen embajador en un país al que uno quiere mucho».
¿Sobre todo en su calidad de ex diputado de esta región, precisamente?
«Nunca se me escaparon las implicancias desde el punto de vista de la región. Ser embajador de Chile en Argentina también significa poner el hombro a este sueño que tenemos en la Región de Coquimbo, de concretar el túnel Agua Negra, que yo espero sea una obra que beneficie muy sustantivamente a nuestros habitantes, a los habitantes de nuestra región, y por lo tanto a también a los de la provincia de San Juan. Como lo dije, yo milito en esta región, esta es mi patria chica, y en consecuencia, todo lo que yo pueda hacer desde cualquier posición, para colaborar con los sueños de la gente de esta región, lo voy a hacer».
¿Extraña el Congreso?
«No, no. Yo estoy en día en otra función, muy entusiasmado, absolutamente contento con lo que estoy haciendo. Sigo teniendo un enorme respeto y valoración de la función parlamentaria, se está haciendo un trabajo muy significativo y muy importante para los desafíos de concretar el programa de la Presidenta Bachelet, yo rindo homenaje a todos los parlamentarios que estuvieron ayer (miércoles) debatiendo, discutiendo la reforma tributaria, porque creo que es lo que Chile requiere. Yo decidí dar un paso al costado y salir del Congreso».
¿Le hubiera gustado legislar sobre las reformas que está impulsando el Gobierno en estos momentos?
«Me siento representado por lo que está haciendo mi bancada. Siento que tenemos una bancada muy potente, que va en la Nueva Mayoría que es una gran coalición. La verdad es que no siento que yo haga falta en la Cámara, y más bien en lo humano y en lo personal, estoy completamente comprometido e involucrado con el desafío de ser embajador, así que ni siquiera me pongo en esa hipótesis».
¿Barajaría volver al Congreso en un futuro o lo analizaría si se lo piden?
«Acabo de asumir en la Embajada, mi mente y mi corazón están puestos ahí, no estoy pensando en lo que voy a hacer más adelante, como no lo pensé cuando decidí dejar el Parlamento, y la vida y las circunstancias me trajeron a este desafío que no es menor y que me tiene muy entusiasmado. El futuro no lo estoy viendo hoy día, estoy concentrado de lleno en esta tarea».
¿Qué otros temas está viendo como embajador, además de lo del túnel?
«Me está tocando ver toda una infraestructura a lo largo del país que tenemos que empujar. También las presidentas se pusieron de acuerdo en el desafío de duplicar los pasos fronterizos, que vayan generando más vías de infraestructura y conexión. Tenemos un tremendo desafío en términos de integración, la instalación a nivel ciudadano y de circulación de personas, intercambio estudiantil, potenciar el tratado de convalidación de título universitario, reforzar los vínculos culturales».
¿Y cómo lleva su vida en Buenos Aires?
«Muy bien, la embajada tiene una residencia, ahí estoy yo y me siento muy contento».