Con hermosos recuerdos atesorados en el corazón ya que con esfuerzo sacaron a sus familias adelante gracias a sus puestos de calle Francisco Varela con Pablo Garriga, los 25 socios del sindicato Las Rejas dejaron el antiguo recinto que los cobijó por años, debido que en dicho terreno será construido el nuevo edifico municipal para ir al nuevo terminal de Avenida Costanera.
En medio del desarme de carteles interiores, retiro de implementos de cocinerías y de los locales de venta de pescados y mariscos, diario LA REGIÓN dialogó con la presidenta del sindicato Las Rejas, Lidia Valdivia, quien rememoró los inicios de la agrupación y los nuevos desafíos del gremio.
«Los primeros socios nuestros yo creo que comenzaron a trabajar en esta esquina antes de los años 60, cuando en Varela funcionaba la feria. De ahí como vendían sus productos en la calle se llegó a este terreno que tenía la municipalidad y de ahí pasaron los años hasta que en los años 70 con mucho esfuerzo se organizaron y me acuerdo que muchos de ellos vendieron sus cositas de y cerrar el terreno primero hasta llegar a tener el terminal que dejamos ahora».
La dirigente con emoción, la misma que tienen los asociados al gremio por el cambio, manifestó su pena por dejar sus añosos locales por lo que representan para ellos. «Es triste desarmar esto porque por acá pasaron varias generaciones de familias nuestras, hay muchos locatarios originales que han partido y los hijos siguen trabajando con nosotros, pero pensamos que todo cambio es para mejor por lo que esperamos que nos vaya muy bien en los nuevos locales y todo es por el progreso con el fin de tener un mejor edificio municipal en beneficio de la comunidad».
Respecto a la trayectoria que lo llevó de vender en la calle a ser propietarios de un terminal, Valdivia dijo que todo fue logrado gracias al tesón de cada socio. «Empezamos vendiendo pescados y mariscos porque comenzamos a vender con cajones y tarros, después esto pasó a tener estructura sólida, y de ahí los mismos clientes y por la necesidad de nosotros, que no teníamos dónde almorzar, comenzamos a vender sándwiches de pescado y empanadas de mariscos para juntar fondos a fin de seguir mejorando nuestro recinto también, y así fuimos generando los tres locales de alimentos y cocinerías que tenemos».
Ese progreso como comerciantes fue constante, hasta que lograron levantar un nuevo techo con estructura de galpón a inicios de este década, lo que les permitió sacar a sus grupos familiares adelante. «Con nuestros puestos sacamos adelante a nuestros hijos, varios locatarios tienen a hijos profesionales incluida una ex concejala, mi hija y otra concejala en ejercicio actualmente y sus padres siguen con nosotros. Yo llevo 12 años como presidenta y porque nos llovíamos muchos decidimos levantar este galpón, construimos baños y todo eso fue por iniciativa propia. Pasamos varios años nuevos con la familia para juntar fondos, por eso ahora que salimos estamos tristes, pero alegres por lo que se viene».
La presidenta Valdivia agradeció a todas las autoridades municipales por su apoyo a lo largo de los años que permitió concretar el nuevo terminal de Avenida Costanera entre calle Vergara y Diego Portales que tuvo un costo cercano a los 157 millones de pesos que les será cedido hasta la construcción del proyectado Mercado del Mar.
«Le agradecemos al fallecido alcalde Óscar Pereira y el concejo de su período con quienes empezamos a ver el tema del nuevo recinto que utilizaremos que ahora está terminado, aunque no se llevaba a concreto en la entrega que se nos dijo que era para junio del año pasado, perdimos un verano acá, pero ahora esperamos recuperarnos en Semana Santa porque el nuevo terminal cumple con todas las normas, y también debemos agradecer al Servicio de Salud e Higiene Ambiental que siempre nos dio plazos para corregir lo que nos pedían y al Servicio de Impuestos Internos que nos ayudaron a surgir y a poder ponernos al día con las contribuciones a este diario por su preocupación por nosotros y a otras entidades de gobierno y al muncipio».
