Williams Guzmán, de 52 años, falleció mientras realizaba su labor de toda la vida. Este martes por la mañana ingresó a la mar para sacar erizos, pero algo sucedió y salió inconsciente. Intentaron reanimarlo, pero nada se pudo hacer. En la localidad lo recuerdan como un colocolino de corazón, y un emprendedor que estaba intentando abrir caminos en el área turística con paseos en su bote.
Un lamentable hecho tuvo lugar la mañana de ayer en el sector de Cruz Grande, Caleta Chungungo, comuna de La Higuera.
A eso de las 10.30, el conocido buzo mariscador de la zona, Williams Guzmán, de 52 años, falleció mientras realizaba la labor de toda su vida.
Impensado
De acuerdo a información entregada por el capitán Lorenzo Panes, de la Capitanía de Puerto, Guzmán se encontraba, como de costumbre, realizando faenas extractivas de erizos. Estaba con un compañero de trabajo, el cual lo esperaba a bordo del bote mientras el buzo se mantenía sumergido. Todo iba normal, hasta que su colega se percató de algo extraño en los movimientos de Guzmán, quien tampoco respondía a los llamados que le hacía su amigo desde la pequeña embarcación.
En alerta
Luego de percatarse de que algo extraño ocurría, el amigo de Guzmán pidió ayuda a otros buzos que se encontraban efectuando la misma labor cerca del lugar. Sus colegas acudieron al llamado, y al ingresar al agua se encontraron con la lamentable sorpresa. A unos dos metros y medio bajo la superficie, Guzmán estaba inconsciente.
No reaccionó
Lo sacaron del agua tan rápido como pudieron y lo llevaron a la posta rural, donde se le practicaron ejercicios de reanimación, pero pese a los intentos del personal de salud, nada se pudo hacer para salvarle la vida. El mariscador había fallecido y hasta ahora se desconocen las causas exactas que pudieron provocar su deceso.
Reconocido por todos
Para el alcalde de La Higuera, Yerko Galleguillos, la pérdida del buzo mariscador es irreparable. Eran amigos, ya que era hermano de una concejala de la comuna. Fue dirigente de los buzos por algún tiempo y además tenía un club deportivo que se llamaba Generación 2000 de Chungungo, donde era conocido por ser «bueno para la pelota».
