La hembra juvenil, que pese a su bajo peso inicial permanecía muy activa, había sido derivada a la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo, donde fue evaluada y se determinó que medía 80 cms de longitud y 14 kilos de peso, bajo para su talla.
De inmediato fue hidratada y se inició su alimentación forzada a través de sonda gástrica, finalizando con alimentación voluntaria .
Así lo explicó el biólogo marino Gerardo Cerda, encargado de Gestión Ambiental de Sernapesca Coquimbo, quien precisó que el ejemplar fue liberado frente a la Reserva Marina Islas Choros y Damas. “Al momento de abrir la jaula, la lobita corrió inmediatamente hacia el mar, y desapareció entre las olas nadando con mucha energía“, comentó el profesional.
Sernapesca Región de Coquimbo mantiene este centro de rehabilitación de fauna marina gracias a un convenio con la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, donde esta casa de estudios facilita sus instalaciones para mantener a animales en recuperación, y aporta insumos para su operación, mientras que el Servicio se hace cargo de la alimentación, cuidados y recuperación de los ejemplares atendidos junto a un par de comprometidos voluntarios.
