A partir de este viernes es obligación el uso de mascarillas en todos los espacios públicos de Coquimbo, hasta que dure el estado de excepción por catástrofe o hasta que el concejo municipal determine lo contrario. El no uso del implemento significará multas que podrían llegar a los 50 mil pesos.
Todo el mundo con mascarillas en las calles. Así de clara es la ordenanza municipal firmada por el alcalde Marcelo Pereira, como medida para evitar mayores contagios.
El uso del elemento de protección es obligatorio en vías públicas, edificios públicos y similares, hasta que la autoridad lo estime.
«Toda persona que transite o se desplace por espacios públicos, o bien que se encuentre en lugares de uso público en la comuna de Coquimbo, deberá usar una mascarilla que proteja y cubra su boca y nariz», comienza la ordenanza.
Y agrega que «se recomienda no usar una mascarilla quirúrgica o clínica, ya que éstas deben preservarse para las personas que, por su función o situación de salud, así lo requieran».
La medida, que será obligatoria, regirá a partir de este viernes 10 de abril de 2020 y hasta que se mantenga vigente el Decreto Supremo N°104 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de fecha 18 de marzo de 2020 que «declara Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe por Calamidad Pública, en el Territorio de Chile», o su respectiva prórroga, o bien hasta que el alcalde, previo acuerdo del Concejo Municipal, así lo determine.
El decreto detalla que la infracción a la norma será sancionada con una multa de hasta 2 UTM, y será de competencia de los Juzgados de Policía Local de Coquimbo la tramitación y fallo de la respectiva infracción.
La fiscalización será de Inspectores Municipales de la Dirección de Seguridad Pública y del Departamento de Inspección Municipal, en coordinación con Carabineros.
Con la medida se busca evitar que más personas se sigan contagiando, donde Coquimbo registra la mayor cantidad de positivos, con 21 personas confirmadas con Coronavirus. La ordenanza se sustenta en que es costumbre ver concentraciones de personas en lugares públicos, como las calles, el terminal pesquero, entre otros, lo que no debe ser.
