38 piscinas públicas han sido fiscalizadas en la región en lo que va del verano, lo que representa un 55% del total, equivalente a 70 piletas. Hasta el momento ninguna recibió sanciones por incumplimiento sanitario.
César Medina L.
Con temperaturas record en Andacollo, La Higuera y Vicuña por sobre los 35Cº, la gente busca la fórmula de capear el calor y las piscinas ofrecen la mejor opción. Sin embargo, es vital que ellas cuenten con medidas de seguridad, por lo que a la fecha van 38 piscinas públicas fiscalizadas de un total de 70.
Las cifras indican que en La Serena son 19 las piscinas fiscalizadas, que se suman a las 7 en Paihuano y 12 Coquimbo; todas con la autorización sanitaria correspondiente. Dependiendo del grado de cumplimiento en las normas sanitarias, las piletas reciben amonestaciones de hasta mil Unidades Tributarias Mensuales (UTM) o la prohibición de su funcionamiento momentáneo.
La Seremía de Salud es la encargada de calificar el cumplimiento de los estándares de protección, es decir índices adecuados de cloro, áreas de duchas y rejas de protección. Para el responsable de la cartera en la región, Osvaldo Iribarren, el propósito de las fiscalizaciones es evitar accidentes y «verificar la calidad de las aguas para eliminar cualquier tipo de transmisión de enfermedades», afirmó.
Iribarren también aclaró que es vital que el cercado que no sea deslizante y existan sistemas de filtros que aseguren la buena calidad de las aguas. El reglamento de piscinas públicas vigente señala que están debe contener entre 0,5 y 1,5 ppm de cloro libre residual y PH (medida de acidez) entre 7,5 y 8,2%; con dos controles por día. Es obligación además que las instalaciones posean enfermería y salvavidas con la capacitación correspondiente, a fin de no ser sumariadas.