La secretaria de Estado estuvo en la Región de Coquimbo e inauguró la primera Unidad de Evaluación Formativa para la adopción y acogimiento, donde además enfrentó temas importantes: asumir el cargo tras la renuncia de Giorgio Jackson, el presupuesto que se discute en el Congreso y cuestionamientos por parte de la oposición.
La ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, cumplió ayer una acotada pero trascendental agenda para la Región de Coquimbo. Esto, porque participó de la inauguración, en La Serena, de la primera Unidad de Evaluación Formativa para la adopción y acogimiento, del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, que será la encargada de evaluar y acompañar a las familias que quieran adoptar o ser familia de acogida.
Toro también realizó un balance de sus casi dos meses en el cargo, lo que le llena de orgullo, pero también significa una tremenda responsabilidad luego que su ministerio estuviera en el ojo del huracán en medio del caso «Fundaciones».
¿Qué se siente estar participando de la inauguración de esta importante unidad, pionera en el país?
«Esta es la primera región en que se incorpora y pronto se replicará en el resto del país. Es parte de la implementación de un nuevo modelo y de un nuevo paradigma en la protección de niños, niñas y adolescentes».
En esa línea, ¿se ha fortalecido la institucionalidad con el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia (ex Sename)?
«Este es un proceso en el cual nuestro Gobierno está muy comprometido, y en ese sentido, el Presidente nos ha dado un mandato muy claro. Este nuevo paradigma señala que la primera respuesta de cuidados y protección no sea la inserción en algún centro cerrado, sino en familias que cuidan, brindan apoyo y protección a niños, niñas y adolescentes. Por eso es tan importante la creación de esta unidad, que va a estandarizar el modelo de evaluación de las familias que deseen adoptar o ser una familia de acogida».
¿Cómo se sientan, de esta forma, las bases de un Sistema Nacional de Cuidados, donde cuidadores serán incorporados en el Registro Social de Hogares?
«El propósito es ayudar a quienes más lo necesiten y dar cuidados dignos. En ese sentido, son claves las personas que cuidan y destinan su tiempo y vida de manera no remunerada, lo que se plasmó en los diálogos «Hablemos de Cuidados», donde reunimos a cerca de 12 mil personas a lo largo del país. Considerar que desde el año pasado se habilitó en el Registro Social de Hogares el módulo que permite registrarse como cuidador o cuidadora de personas con dependencia moderada o severa, lo que les permite atención preferente en diversas instancias».
En relación al presupuesto 2024, usted señaló previamente que es importante que se puedan contemplar mecanismos para asegurar la probidad y considerar aumentos de presupuestos en áreas muy importantes ¿Cómo se puede velar por eso?
«El presupuesto para el próximo año se está discutiendo en el Congreso Nacional y esperamos se apruebe. Quisiera destacar que el Presidente ha tomado la decisión de fortalecer el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social y Familia en materia de cuidados y niñez. Hay más recursos para atender al Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia para que se implemente la Ley de Garantías y un incremento de un 25% en materia de cuidados, ampliando la oferta en los centros comunitarios de cuidado».
En la discusión por el propuesto ¿qué le parece que desde la oposición se haya solicitado la renuncia de la directora de presupuestos, Javiera Martínez?
«Yo lamento que muchas veces se pierda el foco y nos vayamos en polémicas menores y coyunturales, cuando lo que estamos discutiendo es un tema central para la ciudadanía. La discusión del presupuesto puede parecer árida y en el Congreso se dan este tipo de polémicas innecesarias, pero hay que dejar en claro que este tema es fundamental y tiene resultados en la vida de las personas, por lo que espero que todos los sectores políticos estén a la altura en tópicos de relevancia donde no debería haber dos miradas distintas».
