Ubicado entre la comuna de Los Vilos, en la región de Coquimbo, y La Ligua, en la región de Valparaíso, el Santuario de la Naturaleza Cerro Santa Inés, cuya administración está a cargo de Minera Los Pelambres, se espera que durante el proximo año cuente con instalaciones como accesos, senderos y un centro de visitantes y guardaparques, todo para preservar el sector.
Con una superficie cercana a las 713 hectáreas, el Santuario de la Naturaleza Cerro Santa Inés, ubicado frente a Pichidangui, se caracteriza por la presencia de un bosque de olivillo que se origina por factores muy particulares dados por la existencia de un régimen de compensación hídrica por la influencia de neblinas costeras y la topografía local.
Y para conocer en detalle el futuro centro de visitantes del Santuario, Minera Los Pelambres convocó a distintos medios, entre ellos Diario LA REGIÓN. En el lugar se realizó una visita guiada por el bosque relicto de olivillo, una especie que es rara de ver en la zona.
Marcela Poulain, jefa de gestión de riesgo regulatorio de la Gerencia de Medio Ambiente de Minera Los Pelambres, en cuanto a las características, explica que «en la parte más alta del cerro está el bosque relicto de olivillo, que es algo único ubicado en un sector semi desértico, este bosque es propio de sectores de más al sur, y existe en este sector por la genera la humedad necesaria para la existencia de este tipo de bosque».
En cuanto al objetivo del parque, señala que «lo que nosotros estamos haciendo en este lugar, que es muy conocido a nivel local y donde viene mucha gente, es que nosotros queremos que vengan de una forma que permita seguir manteniendo conservando este lugar, y para eso necesitamos generar las condiciones para no impactar el suelo, y para eso haremos unas pasarelas y miradores, y vamos a habilitar las condiciones para proteger este lugar, tanto para evitar incendios como para educar a la población que quiera visitarlo».
«Para eso haremos un centro de visitantes, que será el punto de inicio para subir a este bosque», agrega.
Poulain explica que el sitio es propiedad de Minera Los Pelambres desde hace más de 10 años, pero como Santuario de la Naturaleza la solicitud fue presentada al Ministerio del Medio Ambiente en 2018 y fue aprobado el 2020 por un decreto que establece las razones por las cuales es un Santuario de la Naturaleza y que lo es principalmente por ser un bosque relicto de olivillo.
Del proyecto, sostiene que «dentro de las medidas que estamos ejecutando desde el 2018, que son básicamente protegerlo de los incendios, con un cerco para que no ingresen animales domésticos y vigilancia permanente».
«Por otro lado, para que esté habilitado como centro de visitantes estaremos el próximo año con las condiciones para que la gente pueda en forma segura subir hacia este sector. Es un plus tanto para el paseo de una familia local como también de otras personas que quieran ingresar al lugar, y no solo porque conocerán el bosque sino que nosotros también tenemos interés en entregar mucha información sobre lo importante de este sector, el que creemos que puede ser un centro de educación para que vengan a conocer», dice.
Consultada si el acceso al centro de visitantes del Cerro Santa Inés tendría algún costo, señala que por ahora no está considerado, «nuestro objetivo no es un centro para recaudar, sino que es para proteger, y que la gente venga de forma ordenada, tranquila y disfrute de este lugar, por lo tanto no tenemos considerado un costo de entrada»
Por otro lado, descarta que por ahora se incorporen nuevas zonas protegidas, «tenemos 27 mil hectáreas que estamos trabajando con todas las medidas gradientes, que corresponde a más de siete veces el área industrial de Minera Los Pelambres».
Cuatro áreas
Actualmente, Minera Los Pelambres tiene cuatro áreas protegidas en la región, ellas son Laguna de Conchalí, que además es sitio Ramsar, el Santuario de la Naturaleza Palma Chilena, en Monte Aranda, el Santuario de la Naturaleza Quebrada Llau-Llau y Cerro Santa Inés.
«Como medidas de compensación de Minera Los Pelambres, tenemos más de 27 mil hectáreas protegidas en distintos ecosistemas, desde el alto andino hasta humedales costeros, dentro de esto tenemos más de 3 mil hectáreas que corresponden a cuatro santuarios de la naturaleza que tiene planes de manejo con medidas de protección», sostiene Poulain.