Médicos líderes en operación de Parkinson: «un sueño hecho realidad»

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Neurocirujanos de los hospitales San Juan de La Serena y San Pablo de Coquimbo, realizaron este miércoles la primera cirugía del norte del país y la segunda en su tipo en regiones. «Esperemos que sea una constante y que podamos operar a muchos más pacientes», dijo feliz el médico José Hortal.

Octavio Vega (50) lleva 15 años conviviendo con los devastadores síntomas del Parkinson. Con el apoyo de su fiel compañera, Gloria Tapia, todo era más llevadero.

Sin embargo, los dolores y la dependencia a los fármacos, que por lo demás ya no hacían efecto, hacían urgente una operación. Y como él, otras 2 mil son las personas en la región de Coquimbo que sufren los efectos de este trastorno neurodegenerativo y esperan una solución.

La suerte esta vez tocó la puerta de Octavio. Sí, porque fue él quien se sometió a la primera cirugía de Parkinson del norte del país, porque cumplía con todas las condiciones médicas, como, por ejemplo, no padecer otras patologías.

Y lo hizo en el Hospital San Pablo de Coquimbo. «Soy el primero y eso marca un hito», expresó emocionado, siempre acompañado de su pareja, con quien ha construido una ejemplar historia de amor y superación desde que se conocieron en 2009.

Para Gloria fue «un regalo de Dios». De eso no tiene dudas. Agrega que «estos años han sido complejos, pero nunca hemos perdido la esperanza, nunca bajamos los brazos, y ni siquiera la pandemia nos detuvo. Hemos estado juntos siempre en esto y hoy la cirugía para nosotros es un cambio total de vida».

Golpearon puertas

Para que Octavio llegara a la sala de operaciones no fue un camino fácil. Fueron años, y no sólo de él como paciente, sino también de los médicos. Especialmente de María Eugenia Contreras, neuróloga del Hospital de La Serena.

«Para nosotros significa un sueño hecho realidad, ya que este proyecto comenzó hace dos años, desde el regreso de mi especialización en Barcelona (enfermedad de Parkinson y trastorno del movimiento), cuando nos juntamos con un grupo de pacientes y dijimos: esta terapia tiene que estar acá en la región».

Y golpearon puertas. Y exigieron. Y fueron escuchados, ya que en 2019 el proyecto fue presentado ante el Consejo Regional Coquimbo, quienes aprobaron los recursos para comenzar a realizar en la zona esta operación, por medio de la adquisición de los primeros 8 kits de estimulación cerebral profunda.

«Nos dieron su voluntad política de financiar este año y los cinco siguientes. De verdad que ha sido un largo camino, donde hemos encontrado muchos participantes que se han ido sumando al proyecto. Este ha sido un trabajo maravilloso en red y no solamente de salud, sino también del gobierno, de instituciones que se han unido por esta causa que es innovadora y muy noble».

DE ALTO COSTO

Esta cirugía, por su alto costo, no la cubre el sistema público. Cuenta la profesional, que además elaboró y lideró el proyecto, «Se deben implantar unos electrodos que cuestan unos 30 millones de pesos, más otros costos que tiene la cirugía… Entonces el grueso de la población no puede pagar esa cirugía, por lo que nuestra lucha con las agrupaciones y el GORE, es que esto sea incorporado al sistema público de salud, ya sea por Ley Ricarte Soto o por GES, puesto que la gente tiene el derecho a tener este tipo de terapia».

Es un hito

José Hortal es neurocirujano del Hospital San Pablo de Coquimbo y fue uno de los profesionales que lideró la cirugía durante seis horas y media. Junto a todo el equipo multidisciplinario que participó estaba feliz. Orgulloso, «porque es la primera puesta en marcha de este proyecto. Es la primera cirugía en un hospital público, en un hospital de regiones, entonces es como un hito que tengamos esta oportunidad como hospital de Coquimbo y de La Serena, y en la región», manifestó.

Esta es la primera cirugía de ocho, aunque asegura el neurocirujano «que esperemos que sea una constante y que podamos operar a muchos más pacientes. Me uní a este proceso a mitad del camino, puesto que me ofrecieron la oportunidad de ir a formarme en esta cirugía innovadora a Colombia y España -donde hacen una o dos cirugías a la semana-, ya que acá no hay opciones de formarse», sostuvo.

Esta cirugía, afirma, «es de vanguardia acá en Chile, dado que en el resto del mundo se realiza hace tiempo, así que estamos un poco atrasados como sistema de salud público».
Y aunque esta cirugía no cura la enfermedad, sin duda que es una gran ayuda para el tratamiento, con efectos a corto plazo, disminuyendo la sintomatología, la cantidad de medicamentos que debe tomar el paciente y, en definitiva, mejorando su calidad de vida y la de su entorno.

Para Javiera Gajardo, neuróloga del hospital San Pablo, «después de un arduo trabajo encabezado en un inicio por la doctora María Eugenia Contreras, para poder conseguir los fondos necesarios, hemos logrado hacer esta cirugía de estimulación cerebral profunda. Gracias al apoyo del hospital este sueño de lograr una mejor calidad de vida para nuestros pacientes al fin se hizo realidad».

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