«No hay ningún movimiento estudiantil que sea posible terminarlo a través de la violencia»

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Nibaldo Avilés lleva 12 años como rector de la Universidad de La Serena y el próximo 29 de agosto competirá para optar a seguir dirigiendo la casa de estudios por cuatro años más.
Nació y creció en la ciudad de Ovalle, estudió en la ex Universidad Técnica del Estado, sede La Serena, titulándose de Constructor Civil el año 1977. Luego obtuvo el título de Ingeniero Civil en la Universidad de Santiago de Chile, el año 1981. A nivel de postgrados, obtuvo el grado de Master Engineering en la Universidad Tecnológica de Nagaoka, Japón, el año 1989, y posteriormente el grado de Doctor Engineering de Materiales en misma universidad, el año 1992.
Para las próximas elecciones hay solo dos listas confirmadas y en carrera. Por un nuevo periodo va a la reelección Nibaldo Avilés y compite con Marco Corgini, director del Departamento de Matemática de la ULS.
En conversación con LA REGIÓN, Avilés se sinceró y abordó situaciones como la toma feminista, que tuvo a la ULS por cerca de tres meses paralizada, los desafíos de este nuevo periodo y cómo afronta la competencia.

¿Cómo han sido estos 12 años como rector, no deben haber sido fáciles con altos y bajos, conflictos entre medio?
«Las universidades del Cruch y en especial las universidades del Estado estamos viviendo grandes cambios que dice relación más que todo con la expresión de los movimientos sociales que se ha venido de forma muy fuerte a partir del 2011, que generó un cambio total de cómo los estudiantes plantean temas que son necesidades sociales que afectan a todo el país y se representan a través de la universidades, son movimiento nuevos y expresiones que nacen de la sociedad misma».

Estos nuevos movimientos así como la toma de la Mujeres Autoconvocadas, que tuvieron por cerca de tres meses tomada la ULS, ¿Cuál es su visión?
«Aquí tenemos un ejemplo de cómo nuestra sociedad chilena a través de los jóvenes necesitan hacer estos cambios y se plantean de las universidades, este año Chile no estuvo ajeno a que una cantidad importante de universidades que estuvieran en toma o paro, fue justamente para poner el tema sobre la mesa de los temas de acoso y discriminación, con la idea de tener un procedimiento y protocolo mucho más adecuado para tratar estos temas».

¿Qué conclusiones saca de la toma feminista?
«Al final uno se da cuenta que uno siempre ha compartido el fondo de los movimientos, donde está la diferencia es forma es como se expresan, para llegar a la forma es donde se generan los diálogos que son bastante extensos y va tomando tiempo porque tenemos visiones distintos y llegar al acuerdo requiere mucho dialogo y finalmente de todas las experiencias que tenemos se logra llegar a la mejor solución».

Hubo críticas a su gestión respecto al desarrollo y conversiones con las personas que mantenían la toma…
«Hay un desconocimiento de cómo se afrontan este tipo de movimientos, que son sociales. Dirían que quienes integramos los cuerpos directivos, llámese decanos, académicos, presidentes de las asaciones gremiales, vicerrector y el rector, todos conformamos el grupo que tiene la conversa con quienes plantean las necesidades estudiantiles, el mecanismo es siempre el mismo: diálogo. Lo que pasa es que surgieron este año opiniones en el sentido de desalojar, recurrir a la violencia para terminar con el movimiento y eso del punto de vista de la experiencia que tenemos, no hay ningún movimiento estudiantil que sea posible terminarlo a través de la violencia».

¿Y los encapuchados que se resguardan en la universidad?
«El fenómeno encapuchados es algo que ocurre transversalmente en Chile y lo vemos a diario y se instaló y no hay movimiento donde no aparezcan estudiantil o de trabajadores, pero que son totalmente ajenos a las demandas estudiantiles y eso más bien tiene que ver con orden público, la universidad es abierta y por lo tanto las personas buscan lugares donde resguardarse, pero uno no puede estable a priori quienes son y los temas que plantean son muy ajenos a lo que estudiantes plantean».

En su campaña como rector, ¿por dónde va el foco, cuáles son propuestas?
«Las universidades desde ya varios años están desarrollándose en un ambiente de grandes cambios y exigencias por parte del Ministerio, de la sociedad, los procesos de calidad llegaron, se instalaron y son cada vez requirentes en términos de exigencias, lo que era una universidad hace 20 años atrás, es totalmente distinto a lo que ocurre ahora, ahora es tan dinámico que la universidad para poder ir sorteando esas nuevas exigencias tiene que ir respondiendo de diferentes maneras y esas respuesta son siempre en orden de mejorando sus procesos de aseguramiento de la calidad, lo que viene ahora, a partir de los avances que se han hecho y que son innumerables y están a la vista, nos genera una base para seguir a una aspiración de un nuevo nivel que nosotros le hemos llamado a ser una universidad de nivel superior».

De cara a la elección, ¿está nervioso, siente que puede lograr un periodo más?
«Por mi formación en Japón, eso me ayudó mucho a formarme, primero a trabajar mucho para tener resultados positivos y lo otro es hacerlo con mucho entusiasmo y siempre seguir trabajando en lo que uno se ha fijado como objetivo y siempre esperar que le vaya bien»
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¿Qué proyectos tienen de aquí a cuatro años más?
«Llevar a la universidad a un reconocimiento nacional o internacional donde la acreditación sea una etapa asegurada en materia de calidad, pero también proyectos que están pensando en las personas, los académicos, no académicos y los estudiantes, hay un proyecto lo finalizamos y estamos poniendo en marcha que hay muchos académicos que han permanecido por muchos años en calidad de contrata, son personas que tienen una antigüedad importante en la universidad y nuestra asociaciones gremiales pidieron hace unos cuatro años atrás que se hiciera un proyecto donde a estas personas se le pudiera dar una seguridad laboral y ahí surgió un proyecto de encasillamiento que está aprobado por la Junta Directiva y lo que hay que hacer ahora es ponerlo en marcha y eso beneficia a una cantidad importante de funcionarios y eso que de aquí a fin de año ponerlo en marcha».
¿La relación con los alumnos como la ve?
«Normalmente nos reunimos una vez al mes, rectores de la universidad del Estado y del Cruch, comentamos entre nosotros que una característica importante de la ULS que hemos incorporado hace muchos años lo que es el trabajo triestamental, que significa que hay muchas decisiones que están basadas en un trabajo donde se juntan los estudiantes, los funcionarios no académicos y académicos a trabajar y nos hacen propuestas de manera que ellos son parte de este trabajo y de las decisiones y eso ha generado que la relación de las autoridades en general es bastante buena porque hay un reconocimiento al trabajo de ellos, hay diálogo y cercanía».

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