En parte consiste en reemplazar los áridos por plástico, pero tiene su técnica.
La fábrica, ubicada en el sector Islón, comenzó a reutilizar esta «basura», incluyéndola en la fabricación de bloques de cemento para la construcción.
«Recogimos el material plástico, se pica en pedacitos de unos 8 mm y se agrega a la mezcla, en un porcentaje del 20%. Por ejemplo, si fabrico 60 bloques, elimino aproximadamente 1170 botellas del planeta, no las vas a ver en el vertedero o en el mar…
Por ahora están en el proceso de certificación, viendo la resistencia de los bloques.
Reciclan desde una botella de bebida, hasta una de cloro, detergente, bolsas.
Luis Arancibia, emprendedor que dio detalles del proceso de elaboración, dice tener fe en que les irá bien.
Un bloque, que normalmente pesa 13 kg, quedaría en 10.5 kg, solamente agregando 975 gramos de plástico, equivalente a 19,5 botellas, más 1,2 kg de cemento y 8,3 de arena gruesa, favoreciendo el transporte y mejorando la calidad anti sísmica del material.
ALCALDE LOS VISITA
«Es una apuesta innovadora. Creo que tiene un ingrediente destacable, que es reutilizar el plástico en algo que tendrá un tremendo beneficio para la construcción.
Vimos el proceso y la verdad es que es muchísimo el plástico que se aprovecha, el cual estará incluido en el bloque.
Es innovador, y si consigue la certificación necesaria, la idea tiene un tremendo futuro. Estos son los emprendimientos que nosotros necesitamos para darle alguna solución al problema de plásticos en la ciudad y en el país», comentó por su parte el alcalde Roberto Jacob, quien fue invitado a la planta donde se realizan los bloques a ver el proceso completo.
En caso de obtener los permisos y la certificación, esta novedosa idea será de gran ayuda para el planeta, eliminado toneladas de desechos y dándole un nuevo uso al plástico desechable, que tantos problemas genera.
