El doctor Rolando Manzano desde hace años que se dedica al estudio de la vida y obra de Gabriela Mistral, considerada una eminencia en el género lírico y que ha llevado al académico a dirigir el Centro Mistraliano de la Universidad de La Serena, ubicado en el sector de Las Compañías, en La Serena.
El académico cree que no se le ha dado el lugar suficiente, y que se merece, a Gabriela Mistral, más allá de poetisa, como educadora.
¿Cómo cree que ve la sociedad la imagen de Gabriela Mistral?
«Creo que ahí se ha producido un quiebre por parte de los lectores, se ha producido siempre un interés por leerla, por conocerla; y por parte de las autoridades o quienes normalmente no son lectores, simplemente se han quedado en esto, en homenajes. Un 7 de abril un discursito y un acto, y el 10 de diciembre, una cena o una conferencia, y el resto del año, nada».
¿Falta mayor reconocimiento?
«Creo que lo que nos falta es que aceptemos y valoremos aquellos personajes, aquellos pocos personajes que nos han nacido. Porque Gabriela Mistral es un caso, pero además tenemos a Violeta Parra, a Enrique Molina que también nos pertenece, y ahí están, olvidados».
¿Cómo debería ser?
«Como país siempre hemos olvidado, nunca hemos sabido decirles gracias a los grandes personajes que hemos tenido, y una manera concreta de decirle gracias a un pensador, a un educador, es poner en acto sus pensamientos, intentar probarlo, si no resulta, cambiémoslo».
¿De quién es la responsabilidad?
«De todos. Ahí van todos, porque yo he visto autoridades, alcaldes que han propuesto cosas, he visto a profesores intentando cosas y no ocurren, y a lo mejor lo que ha faltado ahí es un mejor rol de la prensa, que la prensa se preocupe más por difundir estas ideas (…) pero lo por sería buscar culpables, aquí vamos todos como país».
¿Y en otros países?
«Da gusto recorrer La Habana (Cuba) y da gusto encontrarte con un busto de Martí, recorrer La Habana y ver a los cursos como van con su maestra a visitar museos, sitios de interés, cómo los niños van conociendo. Yo no sé si camino poco, pero eso acá en La Serena no lo he visto».
¿Por qué ve difícil que los profesores quieran hacer propio el método de Gabriela?
«No solo los profesores, autoridad, el Ministerio, las corporaciones… esto porque su modelo choca rotundamente con lo que hoy día se está haciendo. Este modelo pro PSU, una educación básica pro Simce, los colegios convertidos prácticamente en almácigos de estadísticas, los profesores encerrados en sus colegios sin enterarse de nada, el profesor sale del aula y se acabó su pega (…) ese aprender deleitoso, esa conversación permanente no se permite, por otro lado, la pedagogía la estamos llevando por el lado técnico, y que pasa con la parte de arte. Gabriela nunca estudió, nunca completó la enseñanza media, y sin embargo, hizo clases, llegó a ser maestra (…) hoy día eso no se acepta».
