«Hay que reposicionar con fuerza banderas de Asamblea Constituyente»

En lo que denominó «una gira para reposicionar con fuerza las banderas de la Asamblea Constituyente», Eduardo Artés, excandidato presidencial del partido Unión Patriótica, aseguró en su paso por La Serena y Coquimbo, que es un eterno candidato a la transformación de Chile y que va a estar en el lugar que la realidad y el conjunto del movimiento «me coloque».
Profesor de Enseñanza Básica y hoy jubilado tras hacer clases por 32 años en una escuela de Cerro Navia, en Santiago, advierte que nació haciendo política y «he creído siempre que las luchas por las transformaciones sociales son permanentes y larguísimas en el tiempo y que dice relación hasta que la humanidad desaparezca».
-¿Pero en qué se basa la gira por el país, especialmente?
«Cuando hablamos de la constitución del 80’ no sólo estamos hablando de algo que es ilegítimo en sus orígenes, sino que es una camisa de fuerza que nos obliga a un sistema social y económico que hemos considerado que es neoliberalismo, que favorece a una minería, al mercado, y priva de derechos fundamentales a la sociedad como es la educación, la salud, la vivienda, el trabajo, la recreación, a una buena vida. Priva a los pueblos originarios a ser considerados con propiedad como nación y los obliga a tener un país uninacional. Desde ese punto de vista, es pertinente rescatar esa bandera de Asamblea Constituyente y replantearla por todos lados. En eso estamos, haciendo foros, como el que hicimos en la Universidad Católica del Norte y el día 22 estaremos en Concepción. Y así estamos, en una gira por todos lados, en una gira de unificación».

¿Cómo hará para que la gente reciba ese mensaje de unificación?
«Cuesta, pero no tanto. ¿Cuál fue nuestro objetivo de ser candidato a la presidencia? ¿El objetivo era ganar? Ni en una borrachera de las más grandes. Es que no puede ser democrático un sistema que está basado en los recursos económicos, con una desigualdad absoluta de competir. Distinto sería que tuviéramos una forma en que la propaganda fuera obligatoria, con minutos igualitarios para todos, en espacios igualitarios y que no estuviera basado en el dinero y la compra de conciencia. ¿Para qué hemos participado? Para tomar contacto, tener mayores posibilidades de llegar con nuestro discurso para nuevas batallas. Eso hemos hecho y hoy nuestra posición está extendida desde Arica a Punta Arenas, donde tenemos organización, hemos crecido y estamos en condiciones de enfrentar esta batalla con mayor espalda. Y seguir creciendo, porque esta pelea es dentro de la institución y fuera de la institución».

Con más espalda y una organización, como dice, ¿será nuevamente candidato presidencial?
«En mi caso personal y si me dicen ‘compañero, usted va a estar por condiciones intelectuales, físicas nada más que para algunos foros, o en un barricada o para ser candidato’, eso lo decide la organización y el movimiento social y político. A priori no te puedo asegurar nada, porque uno no se niega, ya que uno es un soldado de la revolución, de los cambios sociales y a donde la realidad me lleve, debo estar. Pero, creo que en cuatro años pueden emerger candidatos de nuestra propia organización, que tienen mucha energía y claridad. Compañeros que se han formado en la lucha. Pero si la realidad me dice que esté, lo haré con todo gusto y si me dice que va a ser otra cosa, será otra cosa».

¿Por qué Partido Comunista Acción Proletaria y no sólo PC, a secas?
«Porque es el auténtico Partido Comunista que existe en Chile, porque ser comunista significa ser consecuente con los principios del comunismo y el Partido Comunista de Chile, desgraciadamente, está nada más por el trabajo institucional, desde adentro, donde han caído en un parlamentarismo y todo lo reducen a la discusión en el Parlamento y la despolitización y a la frustración de las masas de trabajadores y el pueblo».
Y no es mejor estar adentro para de ahí comenzar a luchar…
«Es que esa ha sido la tragedia del movimiento popular en Chile. La transformación o es desde afuera, utilizando también el espacio interior, claro, pero solamente en un grado menor, porque si no tienes fuerza propias, un sindicalismo fuerte, que no existe, sino tenemos una organización barrial, poblacional, campesina, de intelectuales fuertes, no podemos hacer nada…»

Lo pillo. ¿De quiénes son las frases «¡Yabba dabba doo!» y «Miente miente que algo queda…»?
(Risas) Piñera tiene esa forma que tienen todos estos oligarcas, que se sienten con la patudez de decir cualquier cosa y que los empleados tenemos que aplaudir y no corregirlo, así que él patudamente tira eso y cree que no tiene que darle cuenta a nadie. Y se regaló ese día. Como se regala siempre, ¡si sale con cada cosa! ¿Sabes? Me llamó la atención que esa noche nadie le dijera algo, porque antes de mi estaba Alejandro Navarro, Marco Enríquez-Ominami y ninguno lo corrigió, cuando tienen un nivel cultural muy alto, lo propio Alejandro Guillier. ¡Y no le dijeron nada! Entonces es increíble el grado de componenda que existe en todos. Si la población supiera que cuando pierde, todos ganan, porque ahí son todos amigos. El único candidato que no era parte de esa cofradía era yo. Y te lo puedo decir con hechos concretos, dado que la única candidatura que tuvo una posición consecuente y coherente, fue la nuestra. Y la hemos mantenido hasta hoy»