Con la generación de 200 nuevos empleos producto de la reapertura de esta planta, Orizon espera impactar positivamente en las cifras de desarrollo local, así como beneficiar directamente a los pescadores artesanales quienes vienen sufriendo las consecuencias de los problemas generados por los efectos de la Corriente del Niño en el norte del país.
La planta conservera San José de Coquimbo, una industria histórica de Coquimbo y de gran valor simbólico para la región, se estima que reiniciará su actividad productiva en enero de 2017. Los trabajos de modernización y adecuación a la operación ya comenzaron y tienen un avance del 50 por ciento.
El foco de la actividad de la planta estará puesto en la conserva de jurel, la cual ha sido el sello de la marca San José, esperando alcanzar una producción del orden de 200.000 cajas al año (cada caja contiene 24 latas).
Rigoberto Rojo, gerente general de Orizon, señaló: “La decisión de reabrir la planta responde a dos factores. Primero, existen buenas señales de recuperación de la pesquería del jurel, que comienza a demostrar los beneficios de operar bajo criterios científicos y de sustentabilidad. En segundo lugar, en los mercados de exportación se abren oportunidades para el jurel de la IV Región”.
Añade Rigoberto Rojo que, “por supuesto, esta inversión es una demostración de confianza en las capacidades de la industria y el sector artesanal, como también de confianza en la estabilidad en las condiciones para seguir trabajando. Por último, la Planta Conservera de Coquimbo se inscribe en el énfasis y profundización que Orizon planea realizar en la línea de productos de consumo humano. Nuestra oferta es una gama amplia de productos de mar, los que se caracterizan por sus beneficios, todos son alimentos muy saludables, nuestra idea es estar presentes de esa forma en los hogares chilenos”.