Años han tenido que esperar los hinchas de Deportes Ovalle y los deportistas limarinos, para que se inicie la construcción del nuevo estadio en la ciudad.
El retraso producto de los restos indígenas encontrados en el terreno tras la demolición del antiguo estadio «La Chimba», sumado a la falta de recursos que fueron comprometidos por uno y otro gobierno, hicieron que la demora fuera extensa, pero aquello ya llega a su fin, porque desde la calle ya se puede ver un avance de las obras.
Pero ahora con la tranquilidad de ver como avanza la obra, en la mente del vecino limarino se despertó otra inquietud…la pregunta de ¿qué nombre le ponemos al estadio?.
Y no tuvieron que pensarla mucho, porque casi al unísono afloró el nombre de Eduardo «Mocho» Gómez, crack ovallino, que representó a esta tierra durante la década del ’80 en la Selección Chilena, hecho que el propio ex futbolista tomó con mesura y mucho orgullo.
¿Cómo toma el hecho que le quieran poner su nombre al nuevo estadio de Ovalle?
«Lo tomo con tranquilidad, con mesura. El que le pongan mi nombre no depende de mí, esa decisión la tomarán otros y más adelante, pero lo que diga la mayoría de la gente está bien, yo lo acato».
Pero es la gente, el vecino común ovallino quien quiere que el estadio lleve su nombre…
«Si, y eso para mi es un tremendo orgullo. Mucha gente piensa que debería llevar mi nombre el estadio, me lo dicen en la calle, pero ya el solo hecho que ya mencionen mi nombre es motivo de orgullo. No es para menos, porque refleja el cariño de la gente que agradece lo que uno hizo representando a Ovalle en la selección hace años atrás».
¿Disfruta con el cariño que aún le expresa la gente?
«Yo siempre he gozado y disfrutado del cariño de los ovallinos. Me siento orgulloso de haber nacido en esta tierra y ahora que muchas personas piensen que el estadio debe llevar mi nombre con mayor razón, pero no me vuelve loco el que se concrete o no finalmente».
¿Es como volver a vivir su época de futbolista?
«Yo siempre he sido igual y me he comportado de la misma forma, respetuoso, educado, nunca me volví loco con el hecho de ser conocido y lo tomé con mucha tranquilidad. Siempre fui aterrizado y ahora pasa lo mismo, es un orgullo si, sobre todo por el reconocimiento de la gente, que siempre tengo presente».
Pero la decisión está en manos de las autoridades…
«Claro, pero es importante también escuchar a las personas. Al final son ellos los que disfrutarán del estadio, además de los deportistas por supuesto. De todas formas es un tema incómodo, el tiempo dirá en que queda todo, la decisión no es mía, es solo un lindo reconocimiento que a pocos se le hace en vida».
