Comunidad ha estado luchando constantemente por mejorar la calidad del agua potable que reciben por parte de la sanitaria San Isidro. Liliana Bernhard, una de las residentes, reveló detalles preocupantes sobre los últimos análisis realizados.
«Los últimos dos exámenes que hicimos al agua potable muestran que hay un parámetro bastante complicado, que son los sólidos disueltos totales (TDS). Según la Organización Mundial de la Salud, este valor debería ser de 600 miligramos por litro, pero en nuestro caso es de 1.200», explicó Bernhard.
Si bien los TDS están dentro de los parámetros normales chilenos, se considera un parámetro secundario. «Esos altos niveles de TDS se deben a una diferencia entre las sales y los cloruros presentes en el agua», agregó.
Bernhard señaló que los últimos análisis entregados por la Seremi de Salud incluyen datos hasta febrero de 2024, pero los vecinos han realizados nuevos exámenes independientes para monitorear la situación.
La residente hizo un llamado a la comunidad a mantenerse unidos y apoyar al interventor que el Estado nombre en caso de que la concesión del servicio de agua potable sea revocada. «No es un tema de quedarnos sin agua, sino de que sea verdaderamente potable», enfatizó.
Bernhard también criticó la actual postura del alcalde Christian Gross, quien destaca en su agenda el turismo, precisando haber conversado con la autoridad para transformar a Los Vilos en una ciudad de servicios y un balneario de calidad a Pichidangui, esto ante la reciente declaración de Zona de Interés Turístico del polígono de Pichidangui y Quilimarí.
«¿Tenemos hoteles cinco estrellas para recibir un ejecutivo, un gringo, o somos Zona ZOIT para andar con mochila? son dos cosas muy diferentes, me gustaría saber en qué posición estamos», precisó Bernhard
Los vecinos se mantienen en pie de lucha y han manifestado su disposición a seguir presionando para obtener una solución definitiva al problema del agua potable en Pichidangui.
