En Coquimbo el Año Nuevo se comenzó a vivir desde las 18 horas del 31 de diciembre, debido a que las familias llegaron con mesas e incluso carpas. La novedad de este año es que no se cerraron las pistas de circulación como en años anteriores, por lo que todo fue expedito, excepto minutos antes de la medianoche donde llegó la congestión. Los asistentes a la Avenida Costanera de Coquimbo valoraron los 20 minutos de espectáculo pirotécnico.
En la Avenida Costanera de Coquimbo hubo entusiastas animadoras de conductores, pero reclamaron que no hubo mucho ambiente. También destacaron la magnitud de los fuegos artificiales. Una familia estuvo en plena playa con sillas y copas. Estuvo sorprendida con el cierre de los fuegos con mayor carga explosiva.
Para otros asistentes la coordinación y seguridad fue valorable junto con la alegría que se vivió con los asistentes, quienes llegaron con challas.
Este Año Nuevo no hubo bengalas desde el mar y escasas velas chinas que se elevan por los aires y que están evaluadas como peligrosas por la autoridad. En Coquimbo por primera vez, los habitantes del sector San Juan bajaron a la Playa Changa para visualizar los fuegos artificiales, dado que el mirador de la Avenida Manuel Jesús Rivera estuvo cerrado por trabajos de remodelación.
