Asaltos, accidentes, atropellos son pan de cada día, dicen en este sector, entre la ex Shell y el paso sobre nivel de la línea férrea, vecino a los cementerios de Coquimbo.
Agregan la falta de señalética en las obras que se realizan en la carretera, imprudencia de conductores, mal estado del pavimento y mal estado de luminarias
Juan Pizarro, dirigente de la Junta de Vecinos del sector, se queja contra la constructora de la doble vía porque «han mostrado nulo acercamiento con los habitantes».
Señalan que hay aumento de la delincuencia. Producto de las escasas luminarias han proliferado los asaltos. Pizarro asegura que deben ir a buscar a sus familiares al paradero en la Ruta 5 todos los días para evitar que sean asaltados. Recuerda el atropello con resultado de muerte sucedido el pasado 25 de mayo donde pereció Elsa Rosario Rojas, de 78 años, quien fue impactada por un camión. Juan Pizarro asegura que «ningún vehículo respeta los 40 kilómetros que indica la señalética».
Comentan que hasta le han ofrecido la sede social a la constructora para que escuche y coordine acciones mitigadoras a estos altos riesgos, pero no hacen caso, «están sordos y ciegos».
Guido Hernández, prevencionista de riesgos y experto en seguridad, visitó el lugar e indicó que «nos dimos cuenta que la constructora no está tomando todos los resguardos necesarios, existen cruces que están bajo el estándar, falta de señalética, los vehículos no respetan el límite de velocidad y claramente existe la posibilidad de un atropello o un choque de alto impacto».
Hernández cree que es necesario que el municipio sea un interlocutor válido entre los vecinos y la constructora encargada de este proyecto y aseguró que «debemos crear instancias de comunicación que permitan trabajar en conjunto para evitar accidentes trágicos como los que han ocurrido, hacemos un llamado al municipio para que se ponga las pilas con este tema, porque claramente están dadas las condiciones para que ocurran más accidentes».
