ARZOBISPADO ofreció sus casas ante emergencia sanitaria por el Covid-19

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Como una forma de ayudar en la emergencia por la pandemia del coronavirus, monseñor René Rebolledo avisó: «Puse a disposición de las autoridades el hogar de ejercicios «El Tránsito», situada en calle Andrés Bello, y otras estructuras que a juicio de la autoridad competente pueden ser útiles»

Con el fin de contribuir a la salud pública del país en el contexto de la emergencia por el coronavirus, la Iglesia Católica también tomó medidas. Y drásticas. Por ejemplo, la más llamativa y que hasta el momento ha funcionado bien, como aseguran, fue realizar misas por radio, televisión e internet.

Sí, una iglesia doméstica por todo lo que estamos viviendo hoy, y que bien coincide con ello el arzobispo René Rebolledo, «ya que es siempre la primera experiencia y que hoy se renueva y potencia», dice.

Porque dada las circunstancias «no es posible convocarnos en forma numerosa en los templos, como cada domingo y, muy especialmente en los días de Semana Santa, en los cuales son miles las personas que acompañan al Señor. Por ello, se refuerza aún más la vivencia de la fe y los acontecimientos más grandes que memoramos estos días, en familia. ¡Se fortalece la fe y la vivencia de ella en nuestras familias!», señaló.

Semana Santa

Por primera vez, esta Semana Santa será diferente por culpa del estado de alarma decretado por la crisis del Covid-19. Pero no para, no se detiene. Y los fieles podrán seguir desde sus casas tanto las procesiones como las misas de días tan señalados como el Jueves o el Viernes Santo y, por supuesto, la Santa Misa del Domingo de Resurrección. Serán a puerta cerrada, claro, pero podrán seguirse de igual forma.

Por lo tanto, «deseo a todos las bendiciones de la Semana Santa. Que acompañemos con sentimientos de gratitud a Jesús en su misterio de pasión y muerte, para que participemos también de su vida nueva. Él ha vencido al pecado, el sufrimiento y la muerte. Nos invita a seguir por su camino…»

¿Será esta una Semana Santa diferente, virtual?
«Así será. Gracias a Dios podemos contar con la tecnología que nos posibilita llegar con el mensaje y las celebraciones a miles de hogares. Lo hemos experimentado estas dos últimas semanas de marzo y, ahora, nos preparamos para estos días tan especiales de Semana Santa. Por otra parte, es preciso tener presente que ya había un trabajo en este sentido, puesto que numerosas son las personas que por una u otra razón no pueden acudir a las celebraciones en su comunidad, debido a algún impedimento, de salud por ejemplo. En nuestra jurisdicción eclesiástica hay una enorme cantidad de pueblos, sobre 500. Es imposible, entonces, que los sacerdotes acudan a todos ellos semanalmente. Por eso, hemos contado y seguimos apreciando la gran facilidad de llegar a través de los medios de comunicación social a miles de hogares».

¿Los ramos que preparan las familias para Semana Santa serán bendecidos desde la Catedral?
«Efectivamente. Ayer y hoy, Domingo de Ramos, los ramos serán bendecidos desde el templo Catedral y los templos parroquiales. Hemos invitado a que se preparen los ramos en familia y que, una vez bendecidos, sean puestos en las puertas de los hogares, o en un lugar visible con una doble finalidad: Que sea una manifestación de fe y bendición, como también un signo de comunión fraterna en Cristo, debido a que por las circunstancias no nos podemos convocar como comunidad en los templos».

Algunas personas se preguntan con insistencia, ante el temor que siga creciendo esta pandemia: ¿Dónde está Dios?
«Lo he manifestado en numerosas ocasiones, en los terremotos que hemos vivido, en otras situaciones dolorosas y complejas, que siempre estamos en las manos de Dios. A nivel mundial, también en nuestro país y en nuestra región, estamos haciendo diariamente oración por todos los que sufren, corporal o espiritualmente. ¡Hay mucho sufrimiento, también en nuestras propias familias! Rezamos muy especialmente en esta Semana Santa por las hermanas y hermanos que sufren las consecuencias del coronavirus. Por los enfermos, por los que los atienden, por el personal médico y sanitario; sus familiares. Rezamos también por las autoridades, que el Señor los ilumine para que puedan tomar las mejores determinaciones ante esta pandemia. Oramos también por los que lamentablemente han fallecido y por la fortaleza de sus apreciadas familias. No olvidemos jamás, siempre, y en toda circunstancia, que estamos en las manos de Dios».

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